El iPod de los 90.000 dólares

El iPod, el producto que indudablemente resucitó a Apple y allanó su camino desde la informática pura y dura hasta la electrónica de consumo a nivel masivo, dejó de producirse hace muy poco, en septiembre. Nos referimos al iPod original, por supuesto, o iPod classic. Siguen existiendo varios tipos de iPod en el catálogo de Apple (aunque bastante desatendidos), pero la primera versión del reproductor de música más famoso de la historia es ya justamente eso: historia.

Y, como nos contaban ayer mismo en el diario 20 Minutos, la comunidad de seguidores de Apple no ha tardado en reaccionar: todo aquel que haya buscado un iPod classic por Internet últimamente casi se habrá caído de la silla al comprobar hasta qué punto han aumentado los precios de este dispositivo mítico. Y es que el iPod, convertido ahora en un objeto de culto, alcanza ya cifras entre tres y cuatro veces superiores a las que estábamos acostumbrados a ver, lo que puede significar hasta 900 dólares por uno de estos aparatos, incluso por uno usado.

El iPod classic es el modelo que mantenía el aspecto del original: tamaño contenido, pequeña pantalla, la famosa y difunta click wheel y una enorme capacidad, hasta 160 GB. Un gadget excelente, pero por el que hasta ahora nadie habría pagado incluso más que por algunos modelos de iPhone 6.



Pero, ¿900 dólares es mucho dinero por un iPod classic? El ansia de los coleccionistas todo lo puede, y eso incluye superar esa cifra alocada… por otra que es, de hecho, 100 veces más alocada: 90.000 dólares es lo que se supone que alguien ha pagado por un iPod de 4ª generación edición especial U2, con un llamativo diseño en color rojo y negro y las firmas de los cuatro miembros de la banda irlandesa. Precintado, todo hay que decirlo. Podéis verlo en la imagen que encabeza este artículo.

No cabe duda de que tendría su interés y su gracia conservar uno de estos dispositivos, pero, ¿pagaríais vosotros una cantidad similar por uno de ellos? En cualquier caso, pensad que también se le puede dar la vuelta a este tema: si guardáis en casa algún modelo antiguo de iPod funcional… quién sabe, es posible que resulte ser un pequeño tesoro y que aún nos pueda dar una última alegría.